Compartimos con ustedes parte de la conversación mantenida entre el Bioingeniero Germán Hirigoyen (Director del HMISR) y el Dr. Victor Paz con motivo de su despedida de nuestro hospital y su próximo arribo al Hospital JJ Urquiza.
GH: Director del HMISR, Bioingeniero Germán Hirigoyen
VP: Dr. Victor Paz
GH: Como Director y como parte de una gestión que viene de una continuidad, me parece interesante que nos cuentes algunos puntos de tu trayectoria en nuestro Hospital, dado que a lo largo de tu carrera te has constituido en una referencia para muchos profesionales de la Salud.
Sobre el proyecto de trabajo que te espera en el Hospital JJ Urquiza de Concepción del Uruguay, a mi no sólo me parece importante desde lo personal sino que estoy convencido que tu proyecto en la “otra costa” es un avance en la Salud Pública de la provincia. Tener un cirujano pediátrico de tu experiencia en otro de los hospitales más importantes es también descentralizar y optimizar recursos.
VP: Sí, obviamente si se considera toda la Costa del Uruguay (Concordia, Concepción del Uruguay, Colón, San José y Gualeguaychú), si se suma esa población, tenés prácticamente un Gran Paraná.
Allá todavía no hay cirujano pediátrico, y habiendo un especialista en esa zona se podrían resolver las patologías quirúrgicas graves y urgentes, por lo tanto se evitaría las derivaciones al hospital san Roque con todo lo que implica el factor "tiempo" en momentos de riesgo de vida .
Para hacer cirugía pediátrica hay que generar un entorno y un equipo de trabajo, contamos con el apoyo del Ministerio para concretarlo. En el hospital Justo José de Urquiza se desempeñan excelentes profesionales de la salud de las diferentes especialidades que han manifestado su predisposición para conformar un equipo de alta complejidad y se ha proyectado también la creación de una Terapia Intensiva Pediátrica, fundamental para éste tipo de cirugías.
Obviamente éste proyecto requerirá un tiempo de organización y esfuerzo para concretarlo. Hay cirujanos de adultos que están haciendo la Residencia allá, la idea es que cuando me ayuden en los procedimientos, se vayan formando. De esa manera se va generando una estructura que pueda resolver las diferentes situaciones para los pacientes de la costa del Uruguay.
Para mí es un nuevo y gran desafío en ésta etapa de mi vida.
GH: Como decía al principio, es interesante repasar tu historia porque es, en parte, también historia de nuestro Hospital. Hay un punto donde las historias personales se solapan con las de las instituciones, por eso una de las preguntas fundamentales que me gustaría hacerte es ¿cómo fue qué te hiciste cirujano pediátrico?
VP: Mi padre era médico clínico, y en esa época los médicos clínicos hacían también cirugías menores. Me incliné por la medicina. Me recibí en Córdoba y me fuí a hacer la Residencia de Clínica Médica en Santiago del Estero. Allí me dí cuenta de que me interesaba la cirugía, pero también la pediatría. Entonces volví a Córdoba y rendí en el Hospital Infantil de Córdoba para entrar en la Especialidad de Cirugía Pediátrica. Estuve allí haciendo la especialidad 5 años.
GH: ¿Y desde ahí cómo llegás acá?
VP: Una vez que terminé (como Jefe de Residentes), obviamente salí a buscar trabajo. Estando allá tenía conocimiento de que en Paraná no había cirujano pediátrico. Y entonces me vine acá, sin conocer a nadie, sólamente con una recomendación del Dr. Berduc. Me presenté ante el director de entonces, el Dr. Dragone y le dije: “Dr. soy especialista, soy cirujano pediatra. No tengo dónde quedarme. Si usted puede darme alojamiento y comida, yo me quedo”. No me prometió sueldo ni nada, pero con eso ya para mí era mucho. Me dijo “para nosotros tener un cirujano pediátrico es un lujo”.
GH: ¿Entonces es cierta la historia de que, literalmente, vivías en el hospital?
VP: Sí, claro. Me quedé en una habitación chiquita con una cama y con una guardia de pediatría los domingos para subsistir.
Lógicamente que estando y viviendo en el hospital te conocés con todos los pediatras y con todo el personal de ésta institución, por eso lo considero mi primera casa.
GH: ¿En qué año fue eso?
VP: Año 1991, imaginate que la torre todavía no estaba. Yo venía con toda esa energía de la Residencia de Córdoba, y empezamos a hacer cosas cada vez más complejas junto con los cirujanos que ya estaban, el Dr. Obaid, el Dr. Beret, y el Dr. Sanguineri.
En medio de todo eso, se hace la torre.
GH: ¿Cuándo llegás a ser Director?
VP: Como te decía, había tanta gente ya me conocía, y sabía que el hospital había sido mi primera casa. Pude apreciar el hospital desde todas sus virtudes y falencias. Yo nunca me imaginé que me convocarían para ser Director, pero en el 2014 recibí el pedido del Ministerio de Salud de la Provincia en el contexto de un hospital que requería una reestructuración Pero puse la condición de poder seguir haciendo guardias, porque quería seguir operando y seguir formándome.
GH: ¿Y cómo fue esa época?
VP: Fue muy duro trabajar para levantar el hospital en muchos aspectos, pero lo hicimos con mucho cariño y mucho esfuerzo. Lógicamente, todas las situaciones que implican ser un director en un hospital tan complejo y enorme como este, generan un agotamiento psicofísico, que después de dos años y medio, y de haber logrado en ese tiempo varios de los objetivos planteados, me obligaron a dejar la dirección.
En ese tiempo que estuvimos como equipo en la Dirección (junto con los Dres. Luchetti y Copini) tuvimos algunas satisfacciones, y creo que cambiamos al hospital en forma importante.
Como ejemplos puedo nombrarte, primero por lo básico y fundamental, la seguridad: se construyeron las cabinas que están en la entrada (donde hoy está el personal policial) y se empezaron a instalar cámaras de vigilancia. Después seguimos avanzando en la mejoría de los ascensores, de los cuales, en ese momento sólo andaba uno.
Por otra parte, siendo que este es un hospital escuela, con todas las residencias que funcionan, no podía ser que no tuviéramos un salón. Entonces vi un espacio disponible, que estaba arruinado, y presentamos la propuesta al Ministerio de Salud. Con mucho esfuerzo y la colaboración del Club de Leones, pudimos empezar y terminar el Salón Rojo, que, en realidad se llama Dr. Abel Obaid. Y quedó el Salón que está, que para mí es un orgullo, es una de las satisfacciones más importantes. Eso es cultura, es educación, es continuar con las especializaciones de todo tipo, de enfermería, de personal de mantenimiento, etc. Hay reuniones a diario, es un salón que responde a una necesidad del hospital.
También durante nuestra gestión fue posible terminar el trámite que se había empezado anteriormente, de la adquisición de las mesas de anestesia que son de altísima complejidad -equipos costosisímos- que hoy tenemos en nuestro quirófano. No hay equipamiento como ese en otra parte de la provincia. Eso nos permite, por ejemplo, operar pacientes prematuros , de 800 gr., de 700 gr.
Finalmente, considero también que entre otros logros inauguramos el Lactario que lleva el nombre del Dr. Pedro Moia.
GH: ¿Y después de la Dirección volviste a Cirugía?
VP: Claro, y me presenté al concurso por la Jefatura. Ahora, ya hace tres años que soy el Jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica. Y si te ponés a pensar y a mirar para atrás, de llegar sin nada, solamente con el título, a pasar por ser Director y luego Jefe de Servicio, para mí es un gran honor. Siempre estando acá, en el hospital. Se requiere mucho tiempo de presencia, compromiso y dedicación. Eso a veces es en perjuicio de la propia familia, pero cuando te dedicás de lleno a esto es un compromiso con los chicos. Hay veces que tenés que venir, estés o no estés de guardia, porque los padres te están esperando porque vos operaste a su hijo.
GH: Justamente ya que pudimos hablar de los aportes desde la Gestión, pero nos fuimos acercando a la dimensión de médico cirujano, al ver hacia atrás, desde ese año 91 a hoy, ¿qué valorás como un aporte tuyo a la especialidad?
VP: Con todo el acompañamiento de los pediatras, de la terapia intensiva, de los equipos de anestesia, siento que desde que vine, la cirugía pediátrica empezó a crecer y se ha disminuido muchísimo la derivación a Buenos Aires. Hemos logrado resultados más que óptimos en muchos casos. Esa es la satisfacción más grande que uno puede tener. Hoy es raro que derivemos un chico a Buenos Aires.
El Dr. Victor Paz y el Bioingeniero Germán Hirigoyen (actual Director) en el Centro Quirúrgico Pediátrico del HMISR
GH: En otra oportunidad te he escuchado decir que “ya cumpliste una etapa”, ¿te quedó algo por hacer?
VP: En lo profesional creo que hice todo lo que pude en mi querido Hospital San Roque, siempre de forma honesta, considero que brindé todo lo que estuvo a mi alcance...Y se abre una nueva etapa con éste gran desafío en la costa del Uruguay
GH: Hablando de cosas que has dicho, conocemos una frase tuya que por ahí puede sonar polémica por esto de la distancia profesional con los pacientes y el autocuidado, ¿por qué decís que “hay que tratar al paciente como si fuera tu hijo”?
VP: Siempre hay discusiones con otros profesionales, sobre todo en servicios críticos como el de cirugía, pero suceden pensando en el bien del paciente. Y lo que digo tiene que ver con una de mis premisas de trabajo, que es muy simple “Tratar al paciente como si fuera tu hijo” ¿Por qué digo esto? Hay momentos en los que los profesionales podemos decir, "bueno, esto lo hago mañana”, pero si yo pregunto “¿qué harías si fuera tu hijo?” el profesional reflexiona y dice “no, si fuera mi hijo, exigiría que se le realicen todas las prestaciones de urgencias que requiera la situación en ese momento".
Entonces yo tengo ese concepto básico como un fundamento para equivocarse lo menos posible y no dejar de hacer nada. Con esa premisa, vas a hacer todo lo que esté a tu alcance, vas a mover todo lo que puedas y vas a luchar contra todos los obstáculos que se interpongan, para hacer un estudio, lograr una cirugía, etc.
También, sucede que muchas veces los profesionales decimos que “hay padres agresivos”, “la madre contesta mal” o que se enojó. Entonces yo digo “no discutan, no peleen, porque ¿vos qué harías si tu hijo estuviera internado? Estarías con mucha ansiedad y con un estrés tremendo”. Entonces hay que callarse, respetar el dolor y no hacer caso a las palabras quizás no correctas que pueda decir una madre o un padre. La dedicación al chico es fundamental. Los padres se dan cuenta y lo valoran mucho.
GH: Victor, ya hablamos de lo que has aportado y construido para y desde el hospital, pero en vistas de tu mudanza a la otra costa, ¿qué te llevás?
VP: Lo que me llevo es el cariño de la gente del hospital indudablemente. Creo que en parte es porque cuando estaba en la Dirección, todas las personas eran bienvenidas y escuchadas. La comunicación con la gente es fundamental , cada persona tiene su problema y hay que entender su estado de ánimo. También me llevo la satisfacción de haber aportado al crecimiento del San Roque, y a la formación de los cirujanos actuales y a los que aún continúan especializándose.
Conmigo finalmente llevo la tranquilidad de haber logrado mejorar la salud de muchos niños, muchos de ellos muy complejos que han salido adelante. También, aún cuando, con mucho dolor, en algunos casos de chicos que no hemos podido salvar por su gravedad, queda la satisfacción de que los padres, a pesar del desenlace, te agradecen la dedicación que pusiste.
GH: Ya hablamos del tema, pero creo que este es un punto donde el cierre de tu etapa en el Hospital San Roque se empalma con tu pronta llegada al Hospital JJ Urquiza ¿cuáles son tus expectativas allá?
VP: Seguir haciendo la especialidad en un centro donde hay mucha población. La cirugía pediátrica ya tendría que estar desarrollada, porque trasladar un chico acá implica muchas horas de viaje, que son minutos muy importantes. Entonces, el objetivo es concretar un equipo de trabajo que disminuirá la cantidad de chicos que vienen acá, se aliviarán las camas, y los familiares no deberían viajar con todo el desarraigo y los problemas, a veces económicos que eso implica.
Para mí es importante iniciar el desarrollo de la cirugía pediátrica en la costa del Uruguay y dejar a profesionales formados en ésta especialidad.
GH: El HMISR es referencia en la provincia en nuestra especialidad, y consideramos que no son sólo paredes y personal de trabajo, sino que cada rincón y cada uno de los que lo forjan y han dejado su huella merecen nuestro reconocimiento y agradecimiento.
Personalmente, considero que el paso de profesionales como vos, hacen la diferencia en Salud y nos dejan mucho más que tu labor y compromiso.
De este modo, la Salud Pública aún con todo lo qué hay por mejorar y hacer, se destaca y enaltece aún más en los agradecimientos y mensajes que hemos recibido de los pacientes y familiares con los que has podido trabajar.
27 de mayo de 2021