El 4 de marzo fue establecido por la Organización Mundial de la Salud como el Día Mundial de la Obesidad. El sentido de la fecha es generar una oportunidad para establecer la problemática en agenda, con toda su complejidad, y valorar lo que significa este problema de salud con impacto a nivel mundial, evitando a la vez la estigmatización y culpabilización de quienes lo padecen.
Tener sobrepeso, y más aún obesidad, aumentan el riesgo de padecer más de 200 problemas de salud, como por ejemplo:
Se dice que es un problema de salud crónico, es decir, que se trata de una situación que no aparece en un día ni se soluciona en una semana. Un problema que se instala en el tiempo.
También la obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad adulta, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Sin embargo, además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
sobrepeso: IMC igual o superior a 25.
obesidad: IMC igual o superior a 30.
Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo.
En 2016, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos.
En 2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
En 2016, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.
En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
La prevalencia del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes (de 5 a 19 años) ha aumentado de forma espectacular, del 4% en 1975 a más del 18% en 2016. Este aumento ha sido similar en ambos sexos: un 18% de niñas y un 19% de niños con sobrepeso en 2016.
Mientras que en 1975 había menos de un 1% de niños y adolescentes de 5 a 19 años con obesidad, en 2016 eran 124 millones (un 6% de las niñas y un 8% de los niños).
Actualmente, muchos países de ingresos bajos y medianos están afrontando una «doble carga» de morbilidad.
Mientras estos países continúan encarando los problemas de las enfermedades infecciosas y la desnutrición, también experimentan un rápido aumento en los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, como la obesidad y el sobrepeso, sobre todo en los entornos urbanos.
No es raro encontrar la desnutrición y la obesidad coexistiendo en el mismo país, la misma comunidad y el mismo hogar.
En los países de ingresos bajos y medianos, es más probable que la nutrición prenatal, del lactante y del niño pequeño sea inadecuada. Al mismo tiempo, los niños están expuestos a alimentos de alto contenido calórico ricos en grasa, azúcar y sal y pobres en micronutrientes, que suelen costar menos, pero también tienen nutrientes de calidad inferior. Estos hábitos alimentarios, junto con un nivel inferior de actividad física, dan lugar a un aumento drástico de la obesidad infantil, al tiempo que los problemas de la desnutrición continúan sin resolverse.
El sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades no transmisibles vinculadas, pueden prevenirse en su mayoría. Son fundamentales unos entornos y comunidades favorables que permitan influir en las elecciones de las personas, de modo que la opción más sencilla (la más accesible, disponible y asequible) sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica, y en consecuencia prevenir el sobrepeso y la obesidad.
En Argentina 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso.
En niños y niñas en edad escolar 30% tienen sobrepeso 6% obesidad.
Según, un relevamiento de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) obtuvo cifras todavía más preocupantes: 6 de cada 10 engordaron y lo hicieron en mayor medida aquellos que ya estaban excedidos desde antes.
Comer por ansiedad, aburrimiento, o incluso angustia, no realizar actividades físicas, las elecciones y porciones de alimentos y picotear entre comidas fueron algunas de las razones, según las conclusiones a las que arribó el relevamiento de la SAN sobre 5600 participantes.
El Servicio de Endocrinología, Nutrición y diabetes ha relevado como primer causa de consulta en los consultorios externos de las nutricionistas problemas de obesidad.
La alimentación saludable y la actividad física son medidas efectivas para prevenir y controlar la obesidad. Acá te dejamos algunas recomendaciones para que incorpores a tu rutina diaria:
Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/salud/alimentacion-saludable/obesidad
https://es.wikipedia.org/wiki/Día_Mundial_de_la_Obesidad
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
https://www.nutrinfo.com/noticias-nutricion/argentina-en-pandemia-engordaron-mas-quienes-ya-estaban-excedidos-de-peso-4167