Donó sangre voluntariamente más de 80 veces, ¿por qué lo hizo?

Donó sangre voluntariamente más de 80 veces. Las últimas 60 fueron en el Hospital Materno Infantil San Roque.

Entrevista a Eduardo Altinger, el primer donante voluntario de Sangre de nuestro hospital.

¿Cuándo fue la primera vez que donaste sangre?

La primera vez que doné sangre fue por reposición para un familiar, en Buenos Aires,  el año 96. Y tuve que ser un poquito fuerte, porque era la primera vez, pensé: "¿me va a doler?". Y tuve que ser un poquito fuerte. Y cuando comprobé que no dolía, dije: "vamos a seguir entonces".

¿Por qué crees que es importante donar sangre voluntariamente?

Y... ¿Te parece poco salvar una vida? [se ríe, y después hace un silencio, manteniendo la sonrisa].

Y no duele. Te lo digo porque la mayoría de las personas no lo hacen por miedo al dolor. Y no duele. Yo tengo más de 80 donaciones, contando las del San Roque  las del San Martín. Y jamás me dolió. Y yo creo que hay mucha gente que tiene ese miedo.

¿Qué te cambia donar sangre respecto de una época en la que no lo hacías?

Te sentís bien. Sobre todo cuando empecé a ir al San Roque y sabés que podés ayudar a esos chicos que necesitan sangre, en una situación en el que siempre se está “al borde del colapso”, como se dice vulgarmente, porque los chicos necesitan mucha sangre.

Entonces ante esa situación, yo me digo: "tengo que ir, tengo que ir, tengo que ir". Es así.

Es el granito de arena que uno pone a la sociedad. Cada uno puede hacer “alguna cosa” en esta sociedad. Esa es mi manera de hacer un aporte en esta sociedad: donar sangre.

¿Ves el tema de la donación voluntaria como más instalado en la sociedad, respecto a 20 años atrás?

Puede ser que haya un poco más de donantes voluntarios. Pero, siempre se está con el agua al cuello. Y eso es lo lamentable. Porque en Paraná y alrededores hay más de 350.000 personas. Y con 2.800 o 3.000 donaciones el hospital estaría bien. Y eso sólo representa el 2% de la población que está en condiciones de donar sangre. O sea que están entre los 18 y los 65 y que no tienen ninguna enfermedad. Con ese 2 o 3% de personas que fueran a donar sangre una vez al año ya estaría satisfecha la necesidad. No serían necesarias las donaciones por reposición.

Hace unos años atrás, la gente del San Roque, (ahí ya estoy muy amigo), me mandó para mi cumpleaños unos dibujos de los chicos (muestra unos dibujos) ¿Ves? Cosas como estas, recibí. Cosas como estas. De parte de chicos que necesitaban esa sangre. Y eso fue duro recibirlo. Recibir en un cumpleaños una cosa como esta... por adentro eran las cataratas del Iguazú. Por esto tenés que hacerlo. Y por cualquiera. Porque vos estás salvando una vida con esto.

Es el granito de arena que uno pone a la sociedad. Cada uno puede hacer “alguna cosa” en esta sociedad. Esa es mi manera de hacer un aporte en esta sociedad: donar sangre.