Hace más de 10 meses que en el mundo se está trabajando en el desarrollo de vacunas para controlar esta pandemia. Algunos laboratorios han logrado avanzar en el proceso para finalmente producir masivamente la vacuna y dejarla disponible para la población.
En nuestro país, el 29 de diciembre del año pasado, empezó a distribuirse y aplicarse entre el personal de salud la vacuna Sputnik V, producida en el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de la Federación Rusa.
Como Infectóloga del hospital, diariamente recibo múltiples consultas sobre este tema. Algunas de las preguntas más frecuentes son las siguientes:
La vacuna SPUTNIK V se obtiene por biotecnología, y no contiene al virus SARS-CoV-2 ni su genoma completo.
El producto consta de dos componentes: “componente 1” y “componente 2”. El componente 1 incluye como vector (vehículo, transporte) un adenovirus recombinante no replicativo basado en el serotipo 26 de adenovirus humano que porta el gen de la proteína S del virus SARS-CoV-2; el componente 2 incluye un vector basado en el serotipo 5 de adenovirus humano que porta el gen de la proteína S del virus SARS-CoV-2.
Es la misma plataforma que la vacuna contra el Ébola.
Un vector es un virus que carece del gen responsable de su reproducción, por lo que no representa ningún riesgo de infección para el organismo. Los científicos utilizan vectores para transportar material genético de otro virus contra el que se vacunan a una célula.
En el proceso de desarrollo de una vacuna, el gen que codifica la proteína S de la espiga del coronavirus se inserta en el vector adenoviral. El elemento insertado es seguro para el organismo, pero hace que el sistema inmunológico reaccione y produzca los anticuerpos que nos protegen de la infección.
Las dosis se aplican con un intervalo mínimo de 3 semanas (segunda dosis a partir del día 21).
Finalmente, la vacuna induce la inmunidad humoral y celular contra la infección por coronavirus causada por el virus SARS-CoV-2.
Los efectos adversos reportados como los más frecuentes son los mismos que para la mayoría de las vacunas:
Por esto mismo, se recomienda el uso de paracetamol ante la aparición de fiebre después de la vacunación.
No. La vacuna SPUTNIK V se obtiene por biotecnología, y no contiene al virus SARS-CoV-2 ni su genoma completo. No es una vacuna de "virus atenuado". Como se dijera más arriba, un vector es un virus que carece del gen responsable de su reproducción, por lo que no representa ningún riesgo de infección para el organismo.
Según el informe emitido por la ANMAT (IF-2020-899833542-APN-ANMAT#MS23-12-20), la "vacuna referenciada en este informe actulamente se presenta como una herramienta terapéutica idónea para que nuestro país baje la mortalidad y reduzca la morbilidad y la transmisibilidad del virus SARS-CoV-2 productor de la enfermedad COVID-19"
Por el momento la vacuna SPUTNIK V sólo está disponible para personas entre 18 y 59 años.
La protección de la vacuna no es inmediata: la vacunación contempla una serie de 2 dosis y tomará de 1 a 2 semanas luego de la segunda dosis para considerar que la protección es adecuada. Ninguna vacuna es 100% efectiva (la enfermedad puede ocurrir, y si ocurre suele estar atenuada).
La información es limitada en relación a la efectividad de la vacuna en la población; su capacidad para reducir la enfermedad, la gravedad o la transmisión; y a cuánto tiempo dura la protección que confiere por eso,
las personas vacunadas deben seguir respetando todas las pautas actuales de cuidado, para protegerse a sí mismos y a los demás
No. Las personas que inician una serie con la vacuna Sputnik V deben completar la serie con el mismo producto. No hay datos que avalen la intercambiabilidad entre las distintas vacunas disponibles contra la COVID-19.
Dra. Gabriela Mudryk //Infectóloga //
Presidenta del Comité de Control de Infecciones del HMISR
infectologia@hospitalsanroque.gob.ar